¿De qué se trata aquí, en este lugar?
Empecemos por decir qué no nos ocupa. Este no es un lugar para comunicar o convencer, menos aún para gustar o gustarse. No hay interés aquí por el hábito. Evitar ser citados, instrumentalizados, domesticados. Sin moralinas, no encontrarás aquí un debes. Tampoco es este sitio de clausuras, soluciones finales ni garantías. Lo escolar y lo académico son la peste. Sobran los amos. Bye bye papá. Aquí no hay completud, no hay reconciliación, no hay tranquilidad.
Qué sí nos ocupa. Una operativa. Sin idealizar el exceso, saturar mediante él. Provocar el corte, alcanzar el límite, hacer borde. Se trata de chocar, forzar, angustiar mediante excesos. El sentido y todo lo invocado en este sitio está para agujerearlo con excesos. También para incomodarte, conquistar la escansión de tu suspiro por asfixia. ¿Cómo? Mediante densidad textual, álgebra y el rigor estructural del concepto, torsionándolos contra de sí para que salgas corriendo.
Ni consumidos ni capitalizados.
Escribir desde el exceso.
Sin creerse a salvo de él.

